Escribe Manuel Valdés.
Nota del blogger: encontre muy interesante este articulo y muy adecuado a nuestra tarea actual dentro de Renovacion Nacional.
Chile espera un cambio. Si llegó, hay que explicitarlo. Ahora. Con grado de precisión tal, que cale en la mente y el corazón de todos. No debemos aguardar que otros, léase funcionarios, resuelvan actuar. Ni esperar que “los hechos hablen”, si bien la difusión de logros es un sano medio para encender ánimo y cohesión. Hoy la atención y el marco de expectativa de la ciudadanía apunta a lo que debería constituir el estilo propio de este esperanzador período.
Nadie parece querer más de lo mismo. El escenario varió brusco.
Punto de partida es la necesidad de reafirmar la base que sustente la reconstrucción nacional y que eleve nuestro chato techo común por encima de frías estadísticas. Nuestra tarea es gigantesca. Pero por eso mismo, posible. Chile desprecia los pequeños desafíos. Se une ante epopeyas. Transformarnos podría ser una de ellas.
Considerando los recursos fiscales, incluso con la ayuda que puede llegar del exterior, no garantizaría restablecer en breve plazo la situación preexistente. Sin embargo, la tenaz decisión de cada protagonista por reemprender, gracias a una clara señal emitida desde la cúpula, derrotará una vez más a la adversidad. Recrear el prodigio de volcar todas nuestras fuerzas en pos de un proyecto que supere el inventario de existencias e ideas vigentes al 26 de febrero, es la generosa opción que Dios nos ofrece. Existe una potente fuerza subyacente en cada cual, frenada por la maraña burocrática. Erradicar el paternalismo estatal es el primer paso. Sin ese paso previo no hay camino nuevo ni reconstrucción posible.
El gobierno, prudente respecto a su efectividad ejecutora, debe ser ambicioso en cuanto al aporte de tiempo, dedicación y empuje que aportemos los ciudadanos a la tarea presente. Es el llamado que esperamos oír fuerte y claro antes de las lluvias. Es urgente recibir la señal del conductor, la disposición de su equipo y una actitud proactiva de mandos medios que capten el mensaje. Más que “hacedores” de la reconstrucción serán los responsables de inspirarla y facilitarla. En suma, para los chilenos, sin excepción, llegó la hora de reconstruir y reconstruirnos
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